Entre sus trabajos, el que quiero compartir es una sencilla casa de adobe, que en palabras del mismo autor:
“Cuatro jacales,
crecimiento en etapas,
giran sus muros, contenedores de servicios,
alrededor del patio central.
Núcleo que permite
deambular con fluidez
entre los módulos
de dinámica agrupación.
Tradición vernácula
del uso de orgánico barro.
Muros de carga;
espacios que cumplen
con la escala constructiva.
Solución flexible y adaptable
para diversas capacidades económicas,
posible autorrealización del hombre,
hacer los muros que lo cobijan
en el equilibrio ecológico local.
Segunda piel del hombre,
comunión de su ser y su entorno.
Monumentalidad en el mínimo espacio,
cualidad que depende del diseño, la escala
y el material elegido.”
El texto e imágenes las obtuve del libro: Agustín Hernández Arquitecto. Norega editores.